Este cuento no nos gustó mucho porque no lo consideramos una buena historia, ya que realmente desconocemos la razón de la persecución y el gordo es patéticamente inútil porque no puede hacer mucho debido a su peso. Por otro lado, nos puede dar un claro ejemplo de lo que es la perseverancia, claro está que el gordo no se rindió porque su vida dependía de ello pero el punto es que no se rindió y así debe ser e la vida, sin importar la situación uno nunca debe de rendirse hasta alcanzar sus objetivos. Al igual que Van Guld nunca se rindió hasta que logró matar a su adversario.