Este cuento es bastante controversial, involucra mucho al orgullo y cómo nos puede llevar a cometer actos malos como lo es clavar la mano de alguien a la mesa con un tenedor. Víctor defendió su orgullo primero al no dejar a Marta regresar a la casa y después demostrándole que aún le causaba repulsión el saber que lo había cambiado. Muchas veces así pasa en la vida, que se acaba el amor y siempre uno de la relación no termina de superarlo y puede cometer actos de los que posiblemente se arrepienta después, o probablemente no.